Mantener en perfecto estado de limpieza tu restaurante es uno de los factores más importantes a tener en cuenta, tanto desde el punto de vista de los clientes como de los empleados que acuden cada día para hacer su trabajo. Y es que el uso de alimentos hace imprescindible que la higiene sea un aspecto básico de nuestro negocio. Algo que es importante todo el año, pero especialmente en épocas de mayor actividad como la Navidad, cuando se organizan numerosas comidas entre amigos, compañeros de trabajo y familia.
Si el restaurante quiere causar una buena impresión en los clientes para que decidan volver, la limpieza y una presencia impecable de los camareros delante de los clientes son fundamentales. Es cierto que la cocina y la sala son los espacios más visibles y donde se lleva a cabo toda la elaboración, pero también existen otros lugares del restaurante que deben estar perfectos. Es el caso, por ejemplo de los aseos del restaurante, la zona de barra, los almacenes, los conductos y los extractores.
La adecuada higiene de tu restaurante te permitirá conservar los ingredientes y las materias primas en las mejores condiciones, evitando intoxicaciones alimentarias como la salmonelosis. Y es que una limpieza deficiente de tu establecimiento puede dar lugar a graves acumulaciones de bacterias, provocando focos de infección que pueden ser muy perjudiciales tanto para tus clientes como para tus trabajadores.
Con una adecuada labor de limpieza y desinfección de tu restaurante evitarás que puedan formarse plagas y que tengas que terminar gastando una gran suma de dinero en contratar los servicios de desratización y desinsectación.
Normas sanitarias en la limpieza de restaurantes
Pero además, debes tener en cuenta que existen unas normas sanitarias establecidas por las autoridades para que este tipo de establecimientos se mantengan en perfectos niveles de salubridad.
Las autoridades sanitarias exigen que todos los utensilios y equipos que se usen en el restaurante sean fáciles de lavar y de desinfectar, que el equipamiento esté instalado de manera estratégica para poder llevar a cabo una limpieza en profundidad, que haya abundante agua, jabón líquido, bactericidas y toallas de un único uso en las zonas concretas para la manipulación de los alimentos, que toda la vajilla y los cubiertos se laven y desinfecten con un sistema estratégico y mecánico, que los alimentos se almacenen en un lugar fresco espacioso y bien ventilado, y que los recipientes de la basura sean lavables.
Por esta razón, es muy importante que dentro del restaurante se lleve a cabo de manera habitual un programa de limpieza para evitar el desarrollo de infecciones y plagas en el local. Es imprescindible que cada día se lleven a cabo las tareas básicas de limpieza y desinfección, así como otras de carácter periódico para eliminar los pequeños microorganismos que hayan sobrevivido al proceso primario de limpieza, generalmente con productos químicos.