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Es habitual que, con el tiempo, los conductos de gas de la cocina se llene de suciedad que con el calor termina incrustándose. La cuestión es que es difícil limpiarlos con un estropajo. Por eso, hoy hemos querido traerte algunos trucos para limpiar los conductos de gas de una cocina sin tener que hacer grandes esfuerzos y eliminar de una vez por todas la grasa quemada y reseca que se acumula con el tiempo.

Amoniaco

Solamente necesitas una bolsa de plástico con cierre hermético y tres cucharadas de amoníaco. Solamente tienes que dejar los quemadores sucios en el interior de una bolsa con amoniaco y cerrarla. Después remueve bien para repartir todo el compuesto químico y deja que repose al menos 12 horas. Al cerrar la bolsa herméticamente, los vapores del amoníaco irán realizando su trabajo con la suciedad de manera eficiente.

Cuando llegue la hora de abrir la bolsa, hazlo en un lugar bien ventilado e intenta no respirar los vapores, ya que son tóxicos. Después, lava los quemadores a mano con agua y si tienes lavavajillas, mételos dentro. Verás como la suciedad se desprende con la misma facilidad que cuando friegas un vaso, sin necesidad de sudar con el estropajo.

Vinagre y bicarbonato

Coge un recipiente y llénalo de agua caliente, vinagre blanco y dos cucharadas de bicarbonato. Mete los quemadores en el recipiente y déjalos en remojo durante una hora como mínimo. Luego sécalos y cúbrelos de bicarbonato para después rascarlos con un estropajo de aluminio. Si no quedan perfectos, inténtalo de nuevo repitiendo la misma operación. Puedes tener por seguro que esta segunda vez si saldrá. También puedes poner los quemadores en agua hirviendo y vinagre durante 15 minutos para que el proceso sea más efectivo.

Jabón o detergente especial

Otro método muy eficaz para limpiar los conductos de gas de una cocina es usar un buen jabón o detergente especial. Retira la rejilla y déjala en remojo para durante una hora aproximadamente para que la suciedad se vaya ablandando. Puedes hacerlo con agua caliente, un chorro de jabón y un buen desengrasante.

Mientras tanto, puedes ir frotando con agua y jabón toda la placa de la cocina. De esta forma, también podrás centrarte en la limpieza de los orificios que han quedado obstruidos debido a los restos de alimentos y líquidos. Para desincrustar la suciedad, usa un estropajo y frota enérgicamente. Una vez hayas terminado, aclara todo bien con agua caliente. Si la suciedad se resiste, es recomendable usar un producto de limpieza de horno que sea bueno.

Dar brillo a la cocina de gas

Para terminar, usa limón, un producto mágico para limpiar los conductos del gas de la cocina. El limón actuará como desengrasante natural, por lo que te resultará mucho más fácil eliminar la suciedad. Aunque también puedes usar vinagre. Debes frotar bien todas las piezas del quemador y, luego, aclarar con abundante agua caliente.